
¡Es tiempo de fiesta y estamos de enhorabuena! Desde el aperitivo hasta el postre, las mesas estarán a rebosar... ¿Y si este año, para evitar indigestiones, pudiéramos combinar las fiestas con la ecorresponsabilidad? No hay cambios drásticos en el horizonte, sólo algunos gestos sencillos y alternativas fáciles de seguir para aligerar este periodo de abundancia.
Aprovechamos al máximo las plantas
No se trata de desterrar a toda costa los capones y el foie gras. Se trata simplemente de dejar más espacio a los productos vegetales. Por ejemplo, ¿por qué no cambiar las brochetas de gambas y los canapés de salmón del aperitivo por un tartar de algas o un hummus casero? Los más atrevidos pueden probar el Faux Gras, una versión vegetal del foie gras. También es una gran oportunidad para sorprender a tus invitados y hacer algunos descubrimientos culinarios.
Ensúciese las manos con la comida casera...
¿Qué hace que las fiestas sean tan mágicas? La anticipación y la preparación. Así que olvídate de los platos precocinados y apuesta por la cocina casera. Compra sólo ingredientes crudos y haz las cosas sencillas pero deliciosas. Verás que las ventajas son numerosas: menor huella de carbono, productos de mejor calidad, menos envases y, por supuesto, ¡ahorro! Francamente, ¿por qué comprar un puré preparado cuando es tan fácil de hacer? ¿Por qué gastar decenas de€ en pan sorpresa o canapés cuando todo lo que necesitas es una buena barra de pan de molde y a tus hijos para ayudar a untarlo?
Vamos a preparar un postre reconfortante y fácil de hacer: un crumble de manzana y canela, ¡hum!
...Y compramos productos de calidad, de temporada y, a ser posible, locales.
Para estar seguro de obtener productos de calidad, recurra a los canales cortos de distribución: AMAP, colmenas, venta directa de los productores, etc. También debe optar por los mercados en lugar de los supermercados. Si has decidido no renunciar a los alimentos festivos, elige productos éticos de granjas que respeten el bienestar animal y el medio ambiente.
Adapta también tus comidas. ¿Vives cerca del mar y tienes pescado fresco de la zona? ¿Tiene aves de corral criadas en libertad a pocos kilómetros de su casa? Aprovéchelo. Parisinos, no se queden atrás: en su tabla de quesos, no olviden el Brie de Meaux o de Melun. Y, por supuesto, ¡respetamos el carácter estacional de nuestros productos!
Frutas, verduras, pescado e incluso queso: ¡descubra la lista de productos de invierno!
Ajustar las cantidades para evitar el despilfarro
Las comidas festivas implican sobras. Así que, antes de coger la cesta de la compra e ir al mercado, piensa con antelación y compra en cantidades razonables. Piensa en años anteriores: ¿cuántos días tuviste que atiborrarte de pavo, foie gras o salmón, o peor aún, tiraste algo? Limitar los excesos no sólo es bueno para el planeta y tu salud, ¡también lo es para tu bolsillo! Mima a tus invitados y prepara bolsas para que no se vayan a casa con las manos vacías.
Además de la comida en sí, juega a tope con una decoración casera. Despídete de la vajilla desechable y saca la loza y un mantel y servilletas de tela. Crea una decoración natural con masa de sal, madera, piñas recogidas en el bosque, frutos secos, canela en rama, galletas caseras, tarros de cristal como portavelas... Desde la comida hasta la decoración, ¡haz que tus fiestas sean más sostenibles que nunca!